Análisis del alquiler temporal en España 2024

El 7% de los contratos de alquiler en España son de alquiler temporal

Puntos clave del informe:
  • El contrato más extendido es el de vivienda habitual (78%) y en segundo lugar se encuentra el de alquiler temporal (7%)
  • El contrato de alquiler temporal es más frecuente entre los inquilinos jóvenes
  • Andalucía, la comunidad autónoma con más inquilinos con contratos de alquiler temporal con un 11% de los contratos
  • Los contratos de alquiler por habitaciones representan el 5%, el contrato de alquiler con opción a compra el 4% y el alquiler social un 3%

El 78%  de los contratos son para alquiler residencial o de larga duración

Casi ocho de cada diez españoles que viven en régimen de arrendamiento lo  hacen con un contrato de alquiler de vivienda habitual (de cinco o siete años) y es  el contrato más extendido en España entre inquilinos y propietarios. Así, el 78%  de los contratos son para alquiler residencial o de larga duración y es un dato  muy similar al que había en 2023, cuando era del 77%. El segundo contrato más  frecuente es el de alquiler temporal que representa en estos momentos el 7%  de los contratos de alquiler. Esta modalidad, no obstante, ha crecido  ligeramente el último año ya que en 2023 representaba el 5% de los contratos.  Esta es una de las conclusiones del análisis “Tipologías de contratos de alquiler  en España”, elaborado por Fotocasa Research.  

Las siguientes posiciones del ranking las ocupan los contratos de alquiler por  habitaciones (5%), el contrato de alquiler con opción a compra (4%) y el  alquiler social (3%). Este último es el único que ha cambiado de manera  estadísticamente significativa con respecto al pasado año. Entonces eran un 5%  los que vivían en un inmueble de alquiler con este tipo de contrato, frente al 3%  de 2024.

El aumento de dos puntos porcentuales de los contratos de alquiler temporal en  un año sugiere una mayor demanda de flexibilidad por parte de los inquilinos, ya  sea por razones laborales, educativas o personales. También va en línea de las  nuevas preferencias de los propietarios, al no estar condicionados por  limitaciones de precios, utilizan el temporal como fuente de mayor rentabilidad  mientras es una respuesta a la incertidumbre económica y a un mercado más  dinámico. Sin embargo, no parece que esta tendencia esté reduciendo la  disponibilidad de alquileres a largo plazo, ya que es un porcentaje que también  aumenta con respecto al año anterior.

tipos de contratos de alquiler

Los jóvenes, los inquilinos que menos acceden a contratos de alquiler de vivienda habitual  

Si estos datos se analizan de forma desagregada en función de la edad de los  inquilinos, se pueden apreciar algunas diferencias relevantes. En primer lugar,  destaca especialmente el hecho de que entre los inquilinos que tienen entre 18 y  24 años son menos frecuentes los contratos de alquiler de vivienda habitual en comparación con el resto de las edades.

Así, un 58% de los arrendatarios más jóvenes dispone de un contrato de  vivienda habitual. Una cifra que aumenta hasta el 76% en el siguiente estrato  (25-34 años) y que llega a alcanzar hasta el 88% de los inquilinos que tienen entre  55 y 75 años. 

Y, si el contrato de alquiler de vivienda habitual destaca por ser menos frecuente  entre los jóvenes que entre el resto de los inquilinos, con el contrato temporal  con una duración inferior a 12 meses ocurre justo lo contrario. Así, esta  modalidad es la que tienen el 16% de los inquilinos que comprenden los 18 y 24  años. Sin embargo, su presencia va decreciendo progresivamente conforme  avanza la edad: en el siguiente segmento (25-34 años) son un 10% los que tienen  este tipo de contrato. Y, en el de después (35-44 años) esta cifra se reduce a la  mitad, hasta el 5%. Esta tendencia a la baja llega a su punto más bajo en el último  grupo de edad, que va de los 55 a los 75 años, en el que solamente hay un 2% de  inquilinos residiendo en una vivienda con un contrato de alquiler temporal con  una duración inferior a 12 meses.

tipos de contratos en función de la edad de los inquilinos

Por otro lado, la menor presencia del contrato de alquiler de vivienda  habitual entre los más jóvenes no solo se compensa con el contrato  temporal. También destacan por tener más contratos de alquiler con opción a  compra (10%), por habitaciones (10%) o alquiler social (5 %).  

Esta situación, en parte, se puede explicar por el propio ciclo vital de las personas.  Este segmento de población joven es el más propenso a cambiar de residencia  por razones, por ejemplo, académicas. En consecuencia, tienden más a compartir  vivienda con compañeros o a trasladarse únicamente por periodos limitados de  tiempo, en lugar de buscar una vivienda para independizarse de manera  definitiva.  

Andalucía y Madrid son las comunidades con mayor presencia de  inquilinos viviendo con contratos de alquiler temporal  

Aparte del prisma de la edad, los tipos de contrato de alquiler que tienen los  inquilinos se pueden analizar en clave territorial. En general, todas las  comunidades siguen tendencias similares, con la excepción de Andalucía.  

En este territorio solamente el 71% de los particulares tiene un contrato de  alquiler de vivienda habitual. En el resto de las comunidades autónomas esta  ratio es, al menos, del 78%, en línea con la media nacional.  

Sin embargo, en Andalucía destacan los contratos de alquiler temporal con una  duración inferior a doce meses. Concretamente, el 11% de los inquilinos  andaluces vive en un inmueble con esta modalidad. La segunda comunidad  donde más frecuentes son estos contratos es Madrid (6%).  

Pero, volviendo al caso de Andalucía, esta menor presencia del contrato de  vivienda habitual se compensa, también, con un mayor uso de los contratos de  alquiler con opción a compra, que son los que tienen firmados el 8% de los  inquilinos andaluces. Tras ellos, se posicionan los arrendatarios valencianos,  donde el 6% ha recurrido a este tipo de contrato.

tipos de contratos de alquiler que tienen los inquilinos en función de la comunidad autónoma